- RUMBO A LOS ALTARES UNA SANMIGUELENSE.
La Hna. María de Lourdes Martínez Hernández, promotora vocacional de esta congregación, narra de manera breve la vida de la hermana Cuquita, como es cariñosamente conocida, hoy al celebrarse la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, patrona de los presos, de los encarcelados.
Explicó que “la Sierva de Dios María del Refugio Aguilar y Torres, originaria de San Miguel de Allende, Guanajuato, nació el 21 de septiembre de 1866″.
La infancia de ella, explicó, “fue luminosa, pura, piadosa y sencilla, profesando desde niña tierno amor a Jesús Sacramentado y a la Santísima Virgen. Al llegar la edad de la primera comunión (1878) su madre se esmeró en prepararla y al mismo tiempo preparó a doce niñas pobres para que la acompañaran, brindándoles todo lo necesario”.
En su adolescencia, continuó, “fue lozana, atractiva y fecunda en obras de caridad. Fue ferviente catequista. Se esmeraba en iniciar a los niños en el conocimiento de Dios y los preparaba para la Primera Comunión”.
Antes de ser religiosa, estuvo casada
La religiosa explicó que Cuquita “a los 20 años de edad se unió en matrimonio con el señor Ángel Cancino Arce, cumpliendo para con el los deberes de buena y solícita esposa. Fruto de su matrimonio fueron un niño y una niña. Madre cristiana educó a su hija en la virtud y horror al pecado. El niño a la edad de 3 años falleció”.
Sin embargo, señaló, Cuquita “tenía 22 años cuando murió su esposo el 6 de febrero de 1889. Desde entonces consagró sus energías, su amor y su vida a aquel que es Camino, Verdad y Vida en el Pan Eucarístico”, fuente de vida y gracia, dijo.
Ingresa a la Tercera Orden de San Francisco
Luego, “en octubre de 1895 ingreso a la tercera orden Franciscana cambiando radicalmente su modo de pensar y de vivir, experimentando una conversión interior que la motivó a dedicarse de lleno a extender el amor a Jesús Sacramentado, cumpliendo con dedicación sus deberes de madre”.
Es así, dijo la Hna. Lourdes que “desde entonces consagró su amor a Dios en el servicio y ayuda a los más necesitados: socorría a las familias, visitaba a los reclusos de la cárcel municipal y a los enfermos en el hospital. Escuchaba y aconsejaba a quienes acudían a ella con sus penas y problemas”.
“En su experiencia de madre y en el ejercicio del apostolado”, Cuquita “sintió que el Señor le confiaba la salvación de los niños y jóvenes y que debía procurarla con el buen ejemplo, la palabra y la oración. Llegó a la convicción de que transformaría al mundo promoviendo los valores cristianos, formando ciudadanos”.
“María del Refugio concibió el proyecto de fundar un instituto religioso para extender el amor al Santísimo Sacramento, reparar los pecados del mundo, y también como estrategia para dar mayor trascendencia a su actividad apostólica”.
El 25 de Marzo de 1910, funda una nueva familia religiosa: Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento.
Actualmente presente en 12 países, Mozambique, Italia, España, Cuba, Colombia, Venezuela, Costa Rica, Salvador, Guatemala, Estados Unidos, Chile y México.
El día 24 de Abril de 1937 fue llamada a la Patria Celestial, dejando una riqueza espiritual: “Al pie del Sagrario nada les faltará”, es su mensaje diáfano, señaló la hermana Lourdes.
El proceso de beatificación
Explicó la religiosa mercedaria que “la misión de la Iglesia de evangelizar al mundo requiere modelos de santidad que resplandeciendo a la gracia de Dios den testimonio notable del amor y presencia salvífica de Cristo en el mundo y del Reinado que ha de venir”.
Es así que “la Congregación ha propuesto a María del Refugio Aguilar y Torres, como uno de esos ejemplos, que nos enseña a vivir cumpliendo la voluntad divina, para gloria de Dios Padre y salvación de las almas”.
“El 28 de Octubre de 1982 el Arzobispo Primado de México, Ernesto Corripio Ahumada abre públicamente el proceso de beatificación de la Madre Fundadora María del Refugio Aguilar y Torres”.
“El 11 de Abril de 1997 se entrega la Positio (escrito de su vida y obra) para ser estudiada. Su causa de beatificación está abierta y estamos en espera de recibir la gracia de verla elevada al honor de los altares”, puntualizó la religiosa mercedaria.
Los medios que emplea la congregación son la “oración, fraternidad, apostolado, sacrificio” y el carisma de la misma es “el Eucarístico Mercedario. Desde la adoración Eucarística y contemplando a nuestra madre de Merced, descubrimos a los cautivos de hoy y somos solidarias con ellos a través de nuestra Misión Evangelizadora”.
Cuentan con diversos apostolados tales como centros educativos, misiones permanentes y temporales. Casas Hogar y guarderías infantiles. Casas de acogida y espiritualidad. Movimientos de Espiritualidad denominados LEM y JEM.
Los propósitos de vida de María del Refugio Aguilar
Tras unos ejercicios espirituales en el templo de la Tercera Orden de San Miguel de Allende, se da el cambio radical de María del Refugio.
Siguiendo los ejercicios de San Ignacio María del Refugio definió sus propósitos de vida y que son los siguientes, enumeró la hermana Lourdes.
“Buscar en todas mis acciones mi último fin. Someterme a la voluntad de mi director, considerando que la voz suya es de Dios. Mi devoción predilecta será al Sagrado Corazón de Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar; a El visitaré con frecuencia, a El daré mis quejas y no a las gentes, a El presentaré mis aflicciones y a El le doy mi corazón”.
“No estar de ociosa, considerando que la mujer ociosa es mujer viciosa”.
“Pediré siempre a Dios por mi director y por mis padres. Propongo levantarme temprano y a hora determinada daré gracias a Dios porque me concedió llegar al nuevo día. Nunca dejaré de examinarme en la noche”.
“Por ningún motivo dejaré de rezar el rosario; todo los días rezaré el oficio parvo”.
“Siempre pediré por las almas del purgatorio; visitaré a los difuntos en el panteón; todos los días rezaré al Señor San José un Padrenuestro y Avemaría para que interceda por mi a la hora de mi muerte”.
“Buscar a Dios en el cariño. Tratar a mis prójimos con amor y dulzura, considerando que todos somos hijos de Dios. Por ningún motivo dejaré de rezar al santo ángel de mi guarda”.
“No ocultar nada a mi director. Me confesare cada semana y en día determinado. Comulgar con frecuencia según las insinuaciones de mi director. Ser pura en alma y cuerpo”.
“Meditar en la pasión, siquiera los viernes. Amar al prójimo en Dios y por Dios. Todos los días rezaré un padre nuestro y Avemaría por todas las que se encuentran en ejercicios”.
“No leeré novelas”.
Huiré de las malas compañías con desprecio, no amaré a nadie con amor desordenado, tendré pocas amigas y procurare que sean muy buenas Leeré estos propósitos cada mes el viernes primero y si nos los he cumplido me impondré una penitencia, la que mi director me imponga”.
La obra de Dios a través de esta congregación ha sido magnífica.
Así, al celebrarse el día de hoy la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, San Miguel de Allende cuenta con esta buena nueva: la de saber que una mujer nacida en este lugar, podría llegar, por la gracia de Dios, a ser venerada en los altares.
Actualmente realizan promoción vocacional pudiendo contactarse con ellas a través de la Hna. Ma. De Lourdes Martínez Hernández, Circuito Bahamas # 122, Fracc. Lomas Estrella, en Iztapalapa, México, D.F. C.P.09870 y a través de los teléfonos 0155 56 08 18 84 y en el correo electrónico pastoralvocacionalpss@hotmail.com y de esta forma conocer mejor sobre la vida religiosa mercedaria.
Vía Eugenio Amézquita, El Sol del Bajío.
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